En un paseo construido junto a la playa. Evitando los montones de basura, las hojas secas, los charcos (no siempre de agua). Cuando se ha ido la gente. Cuando se ha acabado el ruido que parecía interminable. Finalmente el gordo besó a la primita.
Basta proponerse escribir todas las cosas para no hacerlo. La solemnidad es una vaina seria.
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