El de ayer fue un día largo, largo. Lleno de pasos y etapas que superar. Con un sentido de llegada, de meta alcanzada.
Todos los kilómetros, todas las horas, todos los accidentes, todos los atropellados, se reducen, se condensan en esas dos cabezas que se juntan e intentan adivinarse mutuamente el pensamiento.
Todos los kilómetros, todas las horas, todos los accidentes, todos los atropellados, se reducen, se condensan en esas dos cabezas que se juntan e intentan adivinarse mutuamente el pensamiento.
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