paul eluard

LA DE SIEMPRE, TODA

Si yo os digo: "todo lo abandoné"
Es que ella no es la de mi cuerpo.
Nunca jamás me ha alabado,
Eso no es cierto
Y la bruma profunda donde acciono
No sabe nunca si he pasado.

Del abanico de su boca, del reflejo de sus ojos,
Yo soy quien habla únicamente,
Únicamente a mí me rodea
Ese espejo invisible
Donde el aire circula a través mío
Y el aire tiene un rostro, un rostro amado,
Un rostro amoroso, tu rosto.
A ti que no tienes nombre, y que los otros lo ignoran,
El mar te dice: sobre mí. El cielo te dice: sobre mí.
Los astros te adivinan, las nubes te imaginan
Y la sangre vertida en los mejores momentos,
La sangre de la generosidad,
Te lleva con delicia.
Yo canto la alegría de cantarte,
La gran alegría de tenerte o no tenerte,
El candor de esperarte, la inocencia de conocerte,
Oh tú que suprimes el olvido, la esperanza y la ignorancia,
Que suprimes la inocencia y que me echas al mundo,
Yo canto por cantar, te quiero para cantar
El misterio donde el amor me crea y me libera.

Eres pura, tú eres todavía más pura que yo mismo.



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PRIMERAMENTE

Yo te lo he dicho por las nubes.
Yo te lo he dicho por el árbol del mar
Por cada ola por los pájaros en las hojas
Por los guijarros del ruido
Por las manos familiares
Por el ojo que se vuelve rostro o paisaje
Y el sueño le devuelve el cielo de su color
Por toda la noche bebida
Por la reja de los caminos
Por la ventana abierta por una frente despejada
Yo te lo he dicho por tus pensamientos por tus palabras
Toda caricia toda confianza sobreviven.

Por haber mi amor imaginado mis deseos
Puesto tus labios en el cielo de tus palabras como astros
Tus besos en la noche viviente
Y la estela de tus brazos alrededor mío
Como una llama en signo de conquista
Mis sueños son para el mundo
Claros y perpetuos.

Y cuando tú ya no estás
Sueño que duermo sueño que sueño.