pedacitos

"Galo disfrutó de sus pensamientos y comprendió que de ser revelados resultarían para muchos como los de los niños o simplemente cursis. Pero pensó, no por primera vez, que los pensamientos que provenían de sentimientos de más edad y hondura, de expresarse con sinceridad, resultaban siempre cursis y también verdaderos como las palabras de una canción de amor."

"El amor es el único verbo que debe conjugarse en presente: yo amo a Natalia. Amo la mirada de mis hijos alegres y la ternura de mis padres y mis hermanos; amo el mar y el sol y los pájaros cuando gozan en el aire para llenarnos de cielo; amo los buenos días que recibo de un anciano o de un niño y el abrazo de un buen compañero. Pero sobre todas las cosas, amo a mis hijos y a mi mujer, el amor de mi mujer que me permite deshacerme de mi mesa de trabajo, de los malos recuerdos que colecciona mi memoria, o de esos futuros que apenas tocan la carne amada de Natalia revientan en el aire como cohetes de fuegos artificiales con millares de colores: entonces soy sólo su respiración acelerada, el color del sudor de su vientre, la paz que nos brinda nuestro sueño. Sí. Claro que la amo, se dijo. Es estúpido: yo amé. Imposible, y jamás lo entenderé. Yo amé a María. Yo amé a Elena: imposible, insensato. Yo amé y seguiré amando todo lo que alguna vez amé."

Francisco Massiani, Los Trompos Voladores 1988