BLOG NOTABLE!

Tuesday, December 12, 2006

De EL LIBRO DE MANUEL de Cortázar.

-Está bien, Francine, no he venido a llorar en tu hombro como decís, simplemente te conté lo que pasa; una vez más comprendo que es un error, que hay que compartimentarse y que nada es común en este terreno.
-Nada- dijo Francine-. Si fuera común, Ludmilla y yo iríamos juntas al cine o las tiendas, te cuidaríamos de la gripe una a cada lado de la cama, y haríamos el amor como en las buenas novelas libertinas, de a tres, de a cinco o de a siete. Ya sé que no buscas esa clase de comunidad, justamente el que parcela eres tú, el que decide y señala eres tú; no hables de error, entonces, puesto que es la base misma de tu sistema.
-Es decir que debo callarme, aquí y allá, venir a buscarte como si todo se mantuviera inmutable y cuando vuelvo a mi casa hacer lo mismo, no decirle nada a Ludmilla, desdoblarme sin la menor concesión, matar a una en la otra, cada día y cada noche.
-No es culpa nuestra, quiero decir de Ludmilla y de mí. Es una cuestión de siempre, te repito; ni tú ni nosotras podremos quebrarlo, viene de muy atrás y abarca demasiadas cosas; tu libertad no tiene fuerza, es una mínima variación de la misma danza.
-Coñac, entonces- le dije, harto de palabras-. Digamos que acabo de entrar y que no te conté nada de esto. ¿Cómo estás, querida? ¿Trabajaste mucho hoy?
-Farsante- dijo Francine acariciándome el pelo. Sí, hubo muchísimo trabajo.


-------------

nadadeloquedigapuedeserniserautilizadoenmicontra.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home