corales
En tus partes ásperas:
la piel de ave desplumada
la suavidad que mortificas
las sombras sin esperanza
los relieves sutiles
que sólo un ciego es capaz de leer.
El roce de tu piel y tu piel
cuando te haces consciente
de dónde empiezas o terminas
y te mides
con las caprichosas formas
de los corales
-no sangre
sino sombras-
no he dejado lugar
para la sangre
entre tus sombras.
No he dejado
sangre
que derramar
de todos modos.
Con ayuda de
todo lo atroz
en este mundo
te llego a conocer.
Ejercitando
la memoria
no hay ganadores,
pero gané.
la piel de ave desplumada
la suavidad que mortificas
las sombras sin esperanza
los relieves sutiles
que sólo un ciego es capaz de leer.
El roce de tu piel y tu piel
cuando te haces consciente
de dónde empiezas o terminas
y te mides
con las caprichosas formas
de los corales
-no sangre
sino sombras-
no he dejado lugar
para la sangre
entre tus sombras.
No he dejado
sangre
que derramar
de todos modos.
Con ayuda de
todo lo atroz
en este mundo
te llego a conocer.
Ejercitando
la memoria
no hay ganadores,
pero gané.
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